jueves, 14 de marzo de 2013

Después de la tormenta...


Bien, a nivel personal no han sido jornadas fáciles, ni sencillas, las pasadas. Pero alegra comprobar que uno está entero, se encuentra en la mejor de las compañías y ha llegado a una buena playa tras el juicio sumario y posterior ejecución de la orden de desalojo de la nave.
El Titánic UPM debe seguir en algún lugar del océano sorteando con mayor o menor fortuna las olas y la tormenta en la que sus "pilotos" le han metido. Ya no es mi problema. He cumplido con mi trabajo mientras me han dejado. Punto final.


Carta de despido





Durante las dos semanas que transcurren entre el primer fallido Consejo de Gobierno del 23F y este del día 9M, el rector ha tenido éxito maniobrando para lograr los suficientes apoyos y los votos afirmativos necesarios para aprobar el presupuesto más las medidas de "acompañamiento" vulgo despidos con recortes de salario.
Parece que el resultado final ha estado apretado: 30 por el SI, 23 por el NO y 1 abstención.

No vamos a analizar el hecho de que a posteriori muchos directores de escuelas niegan ante sus "tripulaciones" haber votado por el SI, y que alguno no debe ser sincero, porque las cuentas no cuadran. Pero es lo que tiene el voto secreto y anónimo. Allá cada cual con su conciencia.
Nuestro reconocimiento y respeto en cualquier caso para quién haya tenido el valor de votar en consonancia con lo que íntimamente consideraba lo mejor para la UPM.
Evidentemente también, nuestro mayor desprecio para quién (en contra de su junta de escuela, o sea contra todo su personal y alumnado) haya pretendido "pescar en rio revuelto" y hecho "oiditos" a las propuestas indecentes del rector.

Lo que me ha movido desde el principio para escribir este blog ha sido un deseo de hacer visible la gran crisis ética que atraviesa España, desde el ejemplo de una institución universitaria que hace aguas, y no debido a los cañones que sin duda la apuntan desde el exterior, sino principalmente a la falta de fe de muchos de los que desde dentro deberían defenderla y trabajar para que llegue a buen puerto.

Estamos hablando de la universidad pública española, que pagan todos los españoles. Esa universidad debería servir para que la juventud pueda prepararse para afrontar los retos del futuro, sobre todo para los hijos de los que tienen menos medios.

Mi último análisis se refiere a los mensajes implícitos que todo este proceso en la UPM deja para un futuro muy próximo (y ojo, el resto de universidades públicas de España, porque ya viene una nueva Ley para el sector).

1. Los paganos de la crisis actual (o estafa, o robo - elijan ustedes) y de las que vengan, son, están siendo, los simples trabajadores de base, la clase obrera y la clase media, los más desprotegidos. Y por supuesto, no los responsables de la mala gestión. Por tanto, los malos gestores no asumen sus responsabilidades, al menos mientras tengan a mano más combustible "sobrante" que sacrificar en la sala de máquinas.

2. A los que se quedan dentro les queda un mensaje: cuidado, ya sabes como nos las gastamos, puedes ser el próximo naúfrago. Te toca, por tanto (por tonto?), hacer las tareas de los que hemos tirado por la borda.

3. La gestión del dinero público no tiene porque ser transparente.


Estos tres puntos arriba expuestos se han dado sin excepción en esta crisis provocada en la UPM.

Me parece que hablan bien a las claras de la INJUSTICIA, de la FALTA DE MORAL de los que manejan los destinos de la Sociedad en estos momentos. Porque debemos todos recordar que la causa de lo que nos ocurre no es de lejanos entes abstractos (p. ej. la CAM, U.E. F.M.I.), sino de las decisiones que personas concretas deciden tomar (o no tomar, o tomar en otro sentido) en momentos concretos, con respecto a temas como el que estas semanas hemos tratado. Existe por tanto la responsabilidad personal de quienes toman las decisiones. ¿O no? 


Me despido de mis -hasta hace poco- compañeros deseándoles lo mejor y que lleguen finalmente a buen puerto. No sé si con estos capitanes al mando de la nave podrán conseguirlo. Pero nos interesa a todos que la nave de la universidad no acabe hundida en el fondo del mar por la arrogancia e inutilidad de unos y la indiferencia de otros.

Salud!

4 comentarios:

  1. Querido ex-compañero "navalero", no he podido despedirme de ti en persona, ya que estabas viajando a una playa de arenas blancas y aguas turquesas...aunque el tiempo compartido contigo, ha sido breve, te deseo lo mejor. Todos llegaremos a buenos puertos, porque hemos demostrado, con creces, ser unos magníficos marineros,dando lo mejor de nosotros en nuestro trabajo y aguantando, con honor y estoicismo, estos malos tiempos.
    Yo también espero que la nave se salve, pero creo que primero tendrán que hacer una buena "limpieza".
    Hasta pronto

    Navalera amortizada

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    1. Gracias por tan hermoso mensaje. Todos encontraremos nuestra playa donde plantar el chiringuito si nos lo proponemos con la suficiente fuerza. De todo esto también estamos extrayendo lecciones positivas. Es duro, difícil, cruel e injusto. Pero en estas ocasiones desesperadas uno puede sorprenderse de la fuerza interior que atesora y de lo que es capaz de hacer.

      Un abrazo!

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  2. No sé si la nave se salvará o no. Lo que sí es seguro es que mientras esté a flote los últimos que permanecerán a salvo en ella serán los corsarios de chaqueta y corbata. Y si finalmente la UPM se hunde, está fuera de toda duda que sólo habrá botes para ellos y para sus cofres llenos del botín público. Así llegarán ante el Rey y sus Grandes Almirantes que seguramente premiarán tanto su innoble y despótico gobierno como el saqueo de lo público con el mando de otros buques en los que parasitar.

    Los marineros que quedan, a su nivel, poco pueden hacer salvo dejarse el pellejo achicando bajo el látigo y la menguante ración de pan y agua, aunque quizá se animaría a seguir a un grupo de oficiales honestos que eventualmente se decidiera a tomar la iniciativa.

    El motín de Esquilache en 1766 desterró a un marqués, que es más que Conde.

    ¡Ánimo!

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  3. En primer lugar mi enhorabuena por tu trabajo bien hecho, por tu lucha y por todos los análisis de has hecho de la situación, creo que a todos nos sirve de mucho.
    Respecto a si se hunde o nó el barco, en tu análisis final haces alusión a ello, si no existe JUSTICIA y MORALIDAD en las acciones mucho le costará mantenerse a flote.
    ADELANTE, que estas realidades que experimentas en tu vida no dobleguen nunca tu espíritu y que sigas encontrando en tu familia todo lo que de verdad te hará feliz.
    Un besazo muy fuerte, y gracias por contarme entre tus amigas, me siento orgullosa de tí.
    Chus

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